UNICO OMEGA 3 MARINO EN URUGUAY DE EXTRACCION EN FRIO , MANTENIENDO INTACTAS LAS MOLECULAS DE LOS OMEGA 3 , TANTO DHA COMO EPA, DANDO RESULTADOS MUY EFECIENTES EN PREVENCION Y TRATAMIENTOS DE DIVERSAS PATOLOGIAS.
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martes, 9 de octubre de 2012
martes, 19 de junio de 2012
Omega 3
Omega 3 de pescado: ni es lo mismo ni es igual
El investigador alemán Clemens von Schacky, descubridor del Índice de HS-Omega-3, advirtió en Lisboa en el marco de un encuentro de la Fileira do Pescado
celebrado para conmemorar el Día Internacional de Omega-3, de los bajos
niveles de ácidos grasos omega-3 en las poblaciones de los países
occidentales. El cardiólogo subrayó, asimismo, que los bajos niveles de
estos ácidos grasos puede ser un mayor factor de riesgo de ataque al
corazón que el tabaquismo.

Durante su ponencia, Clemens von Schacky se refirió a una investigación sobre el Omega-3 de los catálogos en línea de dos cadenas de hipermercados portugueses, tomando como muestra 40 productos, desde yogures enriquecidos con estos ácidos grasos hasta la carne, sardinas en lata, huevos o leche.
El investigador, coordinador de la
Unidad de Cardiología Preventiva de la Universidad de Munich, advirtió
de que hay que distinguir el marketing de los beneficios probados por la
ciencia y la percepción que se obtiene a través del etiquetado: “La
industria alimentaria se ha centrado mucho en los productos con ácidos
grasos Omega-3 derivados de las plantas porque son más baratos. Pero los
estudios muestran que no tienen el mismo efecto protector en el cerebro
y en el corazón que los ácidos grasos Omega-3 que se obtienen del
pescado y no necesitan ningún tipo de transformación”.
Esta fue la conclusión que ha estado en
la base a la respuesta internacional a las directrices de la Unión
Europea sobre el etiquetado de los productos con Omega-3. Las nuevas
normas, de 2012, establecen los niveles mínimos para poder promocionar
como fuente de estos ácidos, pero no distingue entre los ácidos grasos
DHA y EPA obtenidos por el pescado, y los ALA, derivados de plantas como
la colza, el lino y la soja.
CAMPAÑA “PESCADO CONTROLADO”
Von Schacky defendió que los últimos
avances en estudios sobre los beneficios de las formas marinas de ácidos
grasos Omega-3 han tenido resultados prometedores. En el año 2004, en
colaboración con William Harris, de la Universidad de Missouri,
desarrolló un índice que mide los niveles de ácidos grasos Omega-3 en
los tejidos y desde entonces han demostrado que no existe una relación
directa con el consumo, pero sí con el metabolismo del individuo. “El
problema es que los seres humanos convierten ALA en DHA (ácido graso de
los animales), de manera poco eficiente”.
Un análisis de sangre que los dos
científicos han desarrollado y que tienen disponible en los EE.UU. y
Alemania, muestra que la concentración óptima debe ser de
aproximadamente del 8% a 10% y menos del 4% es una señal de riesgo. Este
análisis debería ser rutinario al igual que el colesterol, ya que,
según el cardiólogo, tiene el mismo papel preventivo de los problemas
del corazón o demencia.
El Índice HS- Omega-3 ® es un
biomarcador pionero para predecir y prevenir accidentes
cardiovasculares, mortales y no mortales, aceptado y validado por las
comunidades médicas alemanas y estadounidenses, y las pruebas de rutina
realizadas para evaluar el nivel de ácidos grasos Omega-3 en la
población .
miércoles, 13 de junio de 2012
domingo, 3 de junio de 2012
jueves, 26 de abril de 2012
VERUS BIOTECH OMEGA 3 EN ENFERMEDADES AUTOINMUNES E INFLAMATORIAS
VERUS BIOTECH OMEGA 3 EN ENFERMEDADES AUTOINMUNES E INFLAMATORIAS
Las primeras evidencias del rol antiinflamatorio e inmunomodulador (es decir, reguladores de nuestras defensas ) del Omega 3 surgieron de observar la baja incidencia de enfermedades autoinmunes e inflamatorias en poblaciones de esquimales con alta ingesta de pescados de aguas frías. Estos AGES ejercen su efecto mediante su incorporación a las membranas celulares y compitiendo con el ácido araquidónico por la enzima COX. De esta manera, favorecen la formación de prostaglandinas “buenas”, con propiedades antiinflamatorias y antitrombóticas y previenen la formación de prostaglandinas “malas”, que causan dolor e inflamación. Así, se diferencian de los antiinflamatorios convencionales (diclofenac, ibuprofeno, naproxeno, corticoides, etc) ya que no producen sus probables efectos adversos, constituyendo una alternativa para personas con contraindicación para algunos de estos fármacos.
Las primeras evidencias del rol antiinflamatorio e inmunomodulador (es decir, reguladores de nuestras defensas ) del Omega 3 surgieron de observar la baja incidencia de enfermedades autoinmunes e inflamatorias en poblaciones de esquimales con alta ingesta de pescados de aguas frías. Estos AGES ejercen su efecto mediante su incorporación a las membranas celulares y compitiendo con el ácido araquidónico por la enzima COX. De esta manera, favorecen la formación de prostaglandinas “buenas”, con propiedades antiinflamatorias y antitrombóticas y previenen la formación de prostaglandinas “malas”, que causan dolor e inflamación. Así, se diferencian de los antiinflamatorios convencionales (diclofenac, ibuprofeno, naproxeno, corticoides, etc) ya que no producen sus probables efectos adversos, constituyendo una alternativa para personas con contraindicación para algunos de estos fármacos.
- Diferentes estudios científicos demuestran su potencia antiinflamatoria en personas con Artritis Reumatoidea, por lo que constituyen una excelente opción en personas con artritis de cualquier causa. Incluso se ha evidenciado sus beneficios en personas con Artrosis, por lo que son ideales para conservar la salud de las articulaciones.
- Diversos estudios científicos han demostrado sus efectos inmunomoduladores utilizando dosis altas de omega 3 en personas con diversas enfermedades autoinmunes como Lupus Eritematoso Sistémico, Psoriasis y Nefropatía por IgA.
- Favorecen el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso, participando en la formación de las vainas de mielina, fundamental para personas con padecimientos del mismo, como la Esclerosis Múltiple.
- Ofrecen grandes beneficios a personas con Síndrome de Sjogren , enfermedad autoinmune caracterizado por producir sequedad de ojos y boca, entre otras cosas. Estudios científicos han demostrado que el aporte de omega 3 mejora los síntomas relacionados a la sequedad ocular.
miércoles, 18 de abril de 2012
ácidos grasos, dieta, gen gp2120, gen receptor omega-3, mutación genética, obesidad
A nivel social, la epidemia mundial de obesidad se debe a los cambios en nuestro estilo de vida. Pero a nivel individual, la herencia juega un papel muy importante: cada persona reacciona de manera diferente con el medio ambiente y, en particular, a una dieta desequilibrada.
Investigadores del CNRS (Universidad de Lille 2) se han centrado en un aspecto particular de esta herencia. Su trabajo, publicado en la web el 19 de febrero 2012 en Nature, especifica los mecanismos de acción de los ácidos grasos omega-3 para mantener el equilibrio metabólico y allana el camino para nuevos fármacos contra enfermedades hepáticas y lipídicas relacionadas con la obesidad.
Las células de ciertos órganos como el hígado, pero especialmente los intestinos, tienen receptores específicos en los tejidos que captan lípidos de la dieta y transmiten una señal al cerebral, hígado, páncreas y tejido adiposo. Esta señal controla el apetito, la preferencia por ciertos alimentos y el almacenamiento de las grasas ingeridas.
Uno de estos receptores, específicos de los ácidos grasos insaturados tales como ácidos grasos omega-3 es codificado por el gen GPR120. Este receptor es particularmente importante debido a que su activación estimula la producción y secreción de insulina de los péptidos de saciedad, las hormonas que suprimen el apetito. También está involucrado en el gusto por las grasas y la producción de nuevas células adiposas que almacenan grasas.
La inhibición del gen GPR120 en ratones, en combinación con una dieta rica tiene como resultado que los roedores se vuelven obesos mucho más rápido que aquellos en los que el gen se encuentra en funcionamiento. Indirectamente, por lo tanto, este trabajo muestra el efecto beneficioso de los ácidos grasos omega-3 para mantener la línea.
GPR120, el mismo papel en ratones y en hombres
Para entender mejor el papel del gen GPR120, los investigadores crearon una serie de ratones en los que está mutado este gen y por lo tanto, el receptor no es funcional. A continuación, fueron sometidos a una dieta rica en grasas y carbohidratos. Resultado: estos ratones desarrollaron obesidad más rápidamente que los ratones control. También desarrollaron diabetes y una inflitración lipídica del hígado, anomalías que son similares en todos los aspectos a los que se observan en las personas obesas y que puede dar lugar a enfermedades mortales como la cirrosis y el cáncer de hígado, o a una “aceleración de la aterosclerosis”.
Mientras tanto, los investigadores han secuenciado el gen GPR120 y encontraron una mutación, R270H, que encontraron en 14500 personas obesas. Este último, presente en el 3% de la obesidad, invalida completamente el receptor. Los investigadores demostraron que esta mutación aumentaba en un 60% el riesgo de desarrollar obesidad. En los portadores de la mutación, los ácidos grasos insaturados no activan la señal que activa las vías metabólicas como la producción de la hormona de la saciedad. Entre estas hormonas se encuentra la GLP1, que se utiliza como medicina para la diabetes, ya que promueve la producción de insulina.
Estos estudios muestran que GPR120 podría convertirse en un objetivo para futuras terapias contra la obesidad y la enfermedad hepática relacionada con el sobrepeso. De hecho, la activación farmacológica de receptores de ácidos grasos insaturados se podría utilizar para inducir ciertas reacciones metabólicas están resultando beneficiosas para el cuerpo, incluso sin una dieta equilibrada, rica en ácidos grasos omega-3.
La obesidad ha sido reconocida como enfermedad humana desde el año 1997 por la OMS. Sus causas son numerosas. Entre ellas se encuentran la falta de actividad física, el sedentarismo, la alimentación excesiva o desequilibrada, pero también la genética. Muchos genes ya han sido implicados. Esta vez fue el turno de GPR120
lunes, 16 de abril de 2012
Los omega-3 son eficaces para prevenir y tratar muchas enfermedades crónicas, no sólo las cardiovasculares.
Diversos
estudios clínicos han evidenciado los beneficios de los omega-3 en la salud de
la piel, en la prevención de enfermedades cardiovasculares o neuronales, entre
otras
La necesidad
de tomar ácidos grasos omega-3 a través de la dieta o de complementos
alimenticios se confirma cada vez más.
Las
evidencias científicas existentes no sólo demuestran sus beneficios
cardiovasculares sino también que poseen propiedades que ayudan a prevenir y
tratar distintas enfermedades crónicas, como la artritis, la colitis ulcerosa,
la diabetes o las patologías neurodegenerativas, entre otras. Así lo ha
confirmado Raquel García Fuentes, miembro de la Junta de Gobierno del
Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza, vocal nacional de la Sociedad
Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC) y miembro del grupo de Nutrición de la
misma sociedad, en su ponencia.
“Los ácidos
grasos Omega-3 EPA y DHA: más allá de la prevención cardiovascular”, celebrada
en la tarde de ayer en la sesión “Aula Activa” organizada por Ferrer en el
marco del congreso Infarma 2012, a la que asistieron más de 60 profesionales
del sector farmacéutico.
Raquel
García, ha afirmado en la jornada organizada por Ferrer que “es evidente y
demostrable la eficacia de los ácidos grasos omega-3, especialmente del ácido
eicosapentaenoico (EPA) y del ácido docosahexaenoico (DHA), en el tratamiento
de las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, su efectividad en otras
áreas de la medicina, como las enfermedades inflamatorias, dermatológicas o cognitivas,
no es tan conocida”.
“Los
omega-3, están directamente implicados en multitud de procesos metabólicos del
organismo, regulando funciones básicas para la salud. Ampliar el ámbito de
aplicación y demostrar las evidencias científicas de sus beneficios es
altamente necesario en el campo de la prevención médica”.
Un amplio
abanico de enfermedades crónicas.
Como han
demostrado numerosos estudios científicos, los omega-3 pueden ser eficaces a la
hora de prevenir y tratar muchas otras enfermedades crónicas. A nivel del
deterioro cognitivo, por ejemplo, diversos estudios clínicos demuestran la
mejora sustancial con los suplementos de omega-3 en pacientes con distintos
grados de deterioro, desde los más leves a los más severos. “En todos ellos se
observa una notable mejora, incluso en casos de enfermedad de Alzheimer,
enfermedad de Hunginton o una grave atrofia enfermedad degenerativa cerebral”,
afirma Raquel García.
Otra de las
áreas donde existen evidencias sobre los beneficios de los omega-3 es en el
desarrollo y fortalecimiento de la visión, siendo parte fundamental de las
neuronas y de los fotoreceptores de la retina. “La suplementación con omega-3
ha demostrado ser de utilidad en aquellas situaciones con déficits de visión de
origen nervioso o neuronal, como la degeneración macular asociada a la edad
(DMAE), la retinitis pigmentosa y otras retinopatías. Incluso en patologías más
leves, como pueden ser la sequedad o la fatiga ocular”.
En
dermatología, los omega-3 son especialmente útiles las patologías que tienen un
componente inflamatorio, como es el caso de la psoriasis, la dermatitis atópica
o el acné, y así como en alteraciones provocadas por la exposición a UV, ya que
aumentan el umbral de quemadura solar.
Beneficios
para la mujer.
En el campo
de la mujer, los omega-3 también han demostrado los beneficios de su ingesta en
dos etapas tan relevantes como el embarazo y la menopausia.
En el
embarazo, los omega-3 pueden prolongar el tiempo de gestación en una media de
1.6 a 2.6 días, reduciendo en un 61% los nacimientos prematuros en embarazos
considerados de alto riesgo y también incrementando entre 47g y 54g de media el
peso del recién nacido.
En el caso
de la menopausia, Raquel García ha destacado “la eficacia de suplementación de
omega-3 (EPA) en el control de los sofocos, rediciendo su intensidad y
frecuencia y mejorando por tanto la calidad de vida de estas mujeres”. De
hecho, según los datos obtenidos en diferentes estudios, “los resultados entre
el grupo de mujeres que habían tomado placebo y aquellas que habían tomado
omega-3 difiere hasta 3 puntos en los distintos marcadores analizados”
Aceite de pescado y ejercicio rejuvenecen los músculos
envejecidos.
Las adultas
mayores podrían reforzar los músculos si combinan la rutina física diaria con
suplementos de aceite de pescado.
En un
pequeño ensayo clínico, los autores observaron cómo 45 mujeres saludables de 60
años recuperaron fuerza después de tres meses de entrenamiento muscular.
Aquellas que, además, ingirieron aceite de pescado, aumentaron aún más su
fuerza muscular.
Con todo, se
desconoce si esto modifica de alguna manera la vida de las mujeres y, por lo
tanto, si conviene asumir el costo y los potenciales efectos adversos de los
suplementos.
Catherine
Jackson, profesora de kinesiología de la California State University, en
Fresno, opinó que los resultados son “curiosos” y merecen más investigación.
“Sería cuidadosa con su interpretación”, dijo la especialista, que no participó
del estudio.
Para los
autores también “deberían interpretarse cuidadosamente” los resultados.
El equipo de
Luiz Claudio Fernandes, de la Universidad Federal de Paraná, en Brasil, escribe
en American Journal of Clinical Nutrition: “Se necesitan más estudios sobre una
muestra más grande y con otras combinaciones de ejercicios y períodos de uso de
los suplementos”.
¿QUE EFECTO
TIENE EL ACEITE DE PESCADO?
El aceite de
pescado, que es rico en ácidos grasos omega 3, es conocido por sus efectos
positivos sobre la salud cardíaca. Los suplementos pueden reducir los
triglicéridos (un tipo de grasa en sangre) y el riesgo de desarrollar
enfermedad coronaria.
Pero también
hay pruebas de que el aceite de pescado mejora la función nerviosa y la
contracción muscular. De modo que, para los autores, sería “razonable pensar”
que el aceite de pescado podría mejorar la respuesta muscular a los ejercicios
de fuerza.
Entonces, el
equipo dividió en tres grupos a 45 adultas mayores. En uno, las participantes
realizaron una rutina muscular tres veces por semana durante tres meses; los
otros dos grupos hicieron lo mismo, pero uno tomó 2 gramos por día de aceite de
pescado a partir del primer día del programa físico o dos meses antes de
iniciar el programa.
La fuerza
muscular mejoró en los tres grupos, según revelaron las pruebas de contracción
muscular de las piernas. Pero el cambio fue aún mayor en los otros dos grupos.
No obstante,
sólo las mujeres que usaron aceite de pescado tuvieron cambios en la actividad
nerviosa de los músculos, aunque se desconoce qué significa todo esto para el
bienestar de las mujeres.
Las
participantes realizaron cuatro test funcionales para determinar la fuerza, el
equilibrio, la agilidad y la distancia que podían caminar en 6 minutos. Las
usuarias del aceite de pescado tuvieron un rendimiento algo mejor en la prueba
en que debían sentarse y pararse de una silla varias veces seguidas y lo más
rápido posible.
Mientras que
el aceite de pescado es un suplemento seguro en las dosis recomendadas, puede
tener efectos adversos; el más común es el mal aliento, la acidez estomacal,
las náuseas y la diarrea.
Las dosis
más altas (3 gramos por día o más), según informan los Institutos Nacionales de
Salud, interferirían con la coagulación sanguínea y elevarían el riesgo de
hemorragias internas.
FUENTE:
American Journal of Clinical Nutrition, 2012
viernes, 13 de abril de 2012
Ácidos grasos poliinsaturados omega-3 en la insuficiencia cardiaca crónica
Estudio GISSI-HF |
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Octubre de 2008 |
El estudio GISSI-Prevenzione demostró una reducción de la mortalidad con PUFA omega-3 en pacientes que habían sufrido un infarto de miocardio, efecto que se debía fundamentalmente a la prevención de la muerte súbita. En pacientes con cardiopatía isquémica de alto riesgo, los PUFA omega-3 reducen la mortalidad un 20%, pero su eficacia en prevención primaria no ha sido establecida ya que no se han terminado todavía estudios controlados de tamaño adecuado. La eficacia antiarrítmica de los omega-3 ha sido estudiada en ensayos pequeños con resultados discrepantes. En el estudio GISSI-HF se enrolaron casi 7000 pacientes con insuficiencia cardiaca crónica de cualquier etiología y FE, en clase funcional II-IV y se asignaron al azar a terapia con PUFA omega-3 (1 gramo diario) o con placebo. El seguimiento medio fue de 3.9 años. Los end points primarios fueron mortalidad y el combinado de mortalidad e ingreso hospitalario por causa cardiovascular. La mortalidad en el grupo tratado con PUFA omega-3 fue de 27% y en el grupo tratado con placebo del 29% (ratio de riesgo RR 0.91, IC 95% 0.833-0.998, p=0.041). Las tasas de muerte o ingreso por causa cardiovascular fueron 57% y 59%, respectivamente (RR 0.92, IC 95% 0.849-0.999, p=0.009). En términos absolutos, se precisa tratar a 56 pacientes durante 3.9 años para evitar una muerte y a 44 pacientes para evitar una muerte o un ingreso por causas cardiovasculares. Los autores concluyen que la terapia con PUFA omega-3 proporciona un beneficio de mortalidad y reduce los ingresos por causa cardiovascular en pacientes con insuficiencia cardiaca crónica aunque la cuantía de este beneficio sea discreta. |
BENEFICIOS DE VERUS BIOTECH OMEGA 3 ACTIVO
Muchas de las afecciones que la gente padece después de una
determinada edad (problemas óseos, respiratorios, metabólicos, alergias,
dolores de cabeza, etc.) se deben a trastornos nutricionales ocurridos
durante años. La ciencia ha descubierto que la falta de algunos
nutrientes y, en consecuencia, la mala alimentación, puede generar
enfermedades que tienden a hacerse crónicas disminuyendo la calidad de
vida.
Hasta hace poco no se conocía la causa ni su tratamiento, pero
hoy se sabe que con el consumo de un ácido graso esencial de tipo omega
3, presente en altas dosis en el pescado, es posible disminuir en los
tejidos del ser humano el omega 6 que provoca la inflamación,
disminuyendo el padecimiento de estas patologías.
Por ello, la inclusión diaria de VERUS BIOTECH OMEGA 3 , en la dieta provee al
organismo de ácidos grasos esenciales que no pueden ser sintetizados
por el cuerpo y cuyo consumo recomiendan las autoridades sanitarias
europeas porque:
- PROTEGE CONTRA LAS ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES: ya que los ácidos grasos omega 3, EPA y DHA previenen la hipertensión y ayudan a restablecer los niveles saludables de colesterol (aumenta el colesterol bueno y disminuyen los triglicéridos).
- FAVORECE EL CORRECTO DESARROLLO NEURONAL: el consumo de al menos 250mg. diarios de DHA puro (componente de las membranas neuronales), favorece el desarrollo del sistema nervioso en niños.
- AYUDA A RESTABLECER EL EQUILIBRIO DIETÉTICO: la recuperación de los niveles de ácidos grasos Omega-3 favorece una menor respuesta inflamatoria, así como el bloqueo de los receptores cannabinoides que estimulan el apetito (son activados por altos niveles de ácidos grasos Omega-6).
Está recomendado para ser consumido en todas las edades.
NO TIENE EFECTOS SECUNDARIOS
Enriquece tu dieta con Verus Biotech Omega 3 activo y mejora tu calidad de vida
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jueves, 12 de abril de 2012
ácidos grasos omega-3 EPA y DHA
Qué es EPA?
Salud cardiovascular • Artritis • Inflamación
El ácido eicosapentanoico o EPA es un ácido graso poliinsaturado de cadena larga omega-3 que se encuentra de manera natural en el pescado concretamente en el aceite de pescado.
Es imprescindible para el cuerpo humano, pero nuestro organismo no puede sintetizarlo en cantidades suficientes por lo que debe obtenerlo a partir de la dieta.
Beneficios del EPA
El EPA mejora la salud cardiaca y el sistema inmunológico, siendo fundamental en el alivio de procesos inflamatorios y autoinmunes tales como la artritis, el asma y la enfermedad inflamatoria intestinal.
Salud cardíaca:
Según investigaciones científicas se ha demostrado que EPA reduce los triglicéridos en plasma, mejora la circulación sanguínea, controla la presión arterial y modula la respuesta antiinflamatoria del organismo pudiendo prevenir los ataques cardiacos.
La Asociación Norteamericana del Corazón recomienda que pacientes con afecciones del corazón ingieran un gramo diario de EPA y DHA combinados, y que las personas con altos niveles de triglicéridos consuman entre dos y cuatro gramos de dicha combinación.
Igualmente el aceite de pescado disminuye de forma comprobada el riesgo de afecciones cardiacas en pacientes diabéticos.
Artritis y salud de las articulaciones:
El aceite de pescado mejora la respuesta antiinflamatoria natural del organismo reduciendo el dolor y la inflamación de las articulaciones.
Dentro del tejido articular y muscular, el EPA estimula la producción de los eicosanoides( prostaglandinas, citokinas, tromboxanos, ...)
Los eicosanoides son componentes hormono idénticos que afectan o están involucrados en cada en cada proceso de nuestro cuerpo, como la regulación del dolor y la inflamación, ayudan a mantener la adecuada tensión arterial, y niveles de colesterol ayudando también en la fluida transmisión nerviosa.
Estos elementos beneficiosos actúan de forma natural disminuyendo esta inflamación.
Aunque pueden transcurrir algunos días o semanas antes que empiece a sentir la disminución de los síntomas, los aceites de pescado son una alternativa sana y eficaz para el alivio de los procesos inflamatorios, sin producir efectos adversos.
Las investigaciones demuestran que es mejor iniciar el tratamiento con dosis terapéuticas de aceite de pescado, alrededor de dos o tres gramos combinados de EPA y DHA reduciendo luego la cantidad hasta llegar a la dosis de mantenimiento.
¿Qué es DHA?
Mente • Estado anímico • Embarazo • Desarrollo infantil
El ácido docosahexanoico o DHA es un ácido graso esencial que se encuentra de manera natural en el pescado.
Es imprescindible para el cuerpo humano, nuestro organismo no puede sintetizarlo en cantidades suficientes y debe obtenerlo a partir de la dieta.
Beneficios del DHA
El DHA es muy importante en el tejido nervioso y las células cerebrales.
Allí ayuda a aumentar la fluidez de la membrana y la actividad neurotransmisora, mejorando el aprendizaje, la memoria y los procesos cognitivos.
Los niños necesitan DHA para el desarrollo adecuado del cerebro, los ojos y el sistema nervioso central.
Cognición y memoria:
El rol del DHA para mantener una buena función cerebral mientras envejecemos es importantísimo.
Existen estudios donde demuestran que un déficit de DHA ha sido vinculada a la demencia , así se observa que quienes consumes más DHA durante su vida poseen una mejor función cognitiva conservando un pensamiento y memoria más claros al envejecer.
Depresión y estados anímico:
El DHA desempeña un rol importante en el bienestar mental.
La depresión, el desorden bipolar, y el riesgo de suicidio se han relacionado con la deficiencia de DHA.
El consumo regular de aceite de pescado coadyuva a reducir los estados depresivos, la ira, la agresividad y la ansiedad, por lo que la Asociación Americana de Psiquiatría recomienda como mínimo el consumo de un gramo de EPA y DHA para condiciones relacionadas con trastornos emocionales. Dicha dosis puede ser incrementada a juicio de un facultativo.
Embarazo y lactancia:
El DHA proveniente de aceite de pescado es un nutriente esencial indispensable durante el embarazo y el periodo de lactancia por su papel en la formación adecuada del cerebro, los ojos, el sistema nervioso y el sistema inmune durante el desarrollo fetal y los primeros años de vida del niño.
El aceite de hígado de merluza es naturalmente muy rico en DHA, las madres que lo ingieren durante el embarazo tienen mejores partos y sus hijos alcanzan un desarrollo intelectual más alto a los cuatro años de edad.
El consumo de aceite de hígado de pescado también puede reducir la depresión postparto.
Se aconseja un aporte de 300 mg a 600 mg diarios de DHA en las mujeres embarazadas
martes, 10 de abril de 2012
VERUS OMEGA 3 - PORQUE TOMAR VERUS OMEGA 3
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Los ácidos grasos omega-3 han disminuido considerablemente su presencia en los alimentos cotidianos, por otro lado los ácidos grasos omega-6 se han incrementado en los alimentos de manera desmedida, debido al aporte de los mismos por la industria alimenticia y al sistema de cría de los animales de consumo. La inflamación subclínica generada por el exceso de estos últimos en el organismo, conduce inexorablemente a las enfermedades crónicas no transmisibles. La suplementación con ácidos grasos EPA y DHA presentes en VERUS omega-3, disminuye la presencia de los omega-6 en el organismo disminuyendo la inflamación subclínica así como la inflamación clínica presente en las enfermedades crónicas no transmisibles. PREVENCIÓN: COMO PREVENIRSE DE LAS ENFERMEDADES CRONICASLa prevención es evitar la presencia de enfermedades antes de que se manifiesten y es la parte mas importante en el cuidado de la salud, debido a que cuando la enfermedad se instala el riesgo de secuelas después de la curación es mayor e incluso en muchos casos una curación no es posible.Se dice que la prevención de las enfermedades crónicas pasa por llevar una vida saludable y controlar determinados factores de riesgo. Una alimentación sana, hacer ejercicio, no fumar, no tomar alcohol, etc. Pero lo cierto es que a pesar de cumplir con estos requisitos se puede contraer las enfermedades antedichas para lo cual deben controlarse ciertos factores de riesgo: hipertensión, diabetes, hipercolesterolemia, obesidad y otros. Que pasa si aparecen estas enfermedades y la dieta recomendada, el ejercicio, el no fumar no dio resultado? Pasamos a la medicación para bajar la presión, otra para bajar el colesterol, otra para bajar los triglicéridos, otra para disminuir la resistencia a la insulina, otra para la depresión, otra para el dolor de cabeza, de las articulaciones y podemos seguir agregando lo cual no está lejos de la realidad, esto mismo lo pueden ver en muchas de las personas que después de cierta edad, comienzan con la ingesta rutinaria de medicamentos que nunca mas van a ser retirados, simplemente sustituidos. Claro que con tanta medicación vamos a necesitar otros medicamentos que mitiguen los efectos secundarios no deseados, de esta extraña dieta de sustancias químicas que invaden nuestro organismo y contra las cuales tiene que permanentemente luchar. Los trastornos digestivos van a ser los primeros en a parecer, para instalarse de aquí en mas, como una enfermedad mas que debe ser tratada. A esta altura ni pensar en una curación o sea que seremos enfermos fármaco y médico dependientes hasta nuestro último día de vida, en la cual acumularemos incapacidades de todo tipo y de manera progresiva, que van oponiéndose día a día a la cada vez más deseada y lejana calidad de vida, pagando todos los días con felicidad. Esto no debe ser así y de hecho no lo era hace 100 años, la gente llegaba a la edad adulta sin estas enfermedades, padecían otras como las infecciosas que muchas veces costaban la vida, pero los que llegaban a la vejez lo hacían en la plenitud de sus facultades tanto físicas como mentales, sin enfermedades crónicas. Hoy las enfermedades crónicas han avanzado tanto que no son patrimonio de la vejez, el incremento está afectando a personas cada vez más jóvenes incluidos los niños. Los estudios estadísticos dan cuenta de un incremento sostenido de las tasas de estas enfermedades. Por otro lado las campañas en materia de prevención son cada vez mayores, invirtiéndose mucho dinero para solo tener magros logros. Es evidente que las medidas preventivas aconsejadas no dan un resultado palpable de mejora en la salud de la población, mientras que por otro lado la prescripción médica de medicamentos, es cada vez mayor. El mundo destina en forma global miles de millones de dólares en medicamentos para la salud o para la enfermedad sin lograr la curación, son la mayoría para prevención, aunque no se prevenga nada. La estrategia de controlar los factores de riesgo ha sido muy buena . La dieta ha sido el cambio detonante de las enfermedades crónicas no transmisibles, más específicamente la perdida del balance natural de los ácidos grasos esenciales omega-6, omega-3. Estos ácidos grasos vienen con los alimentos y no son sintetizados por nuestro organismo, sin embargo los omega-6 y específicamente el ácido araquidónico es el disparador de la inflamación por lo cual un exceso de este ácido o su precursor el linoleico lleva al organismo a exagerar los procesos inflamatorios. Estos ácidos grasos omega-6 se han incrementado increíblemente en nuestros alimentos cotidianos debido a los cambios nutricionales provocados por el hombre:
Una medida preventiva concreta y eficaz es consumir frecuentemente VERUS omega-3 o pescado graso para desplazar el ácido graso omega-6 de nuestras células y disminuir así la inflamación subclínica. Es importante que conjuntamente con la ingesta continua de omega-3 se disminuya el consumo de dichos alimentos que contienen elevados niveles de omega-6 (ver recomendaciones dietéticas concretas). | |||
viernes, 2 de marzo de 2012
LA HISTORIA DE LOS OMEGA-3
Historia de los omega 3
1923 : Descubrimiento de la Vitamina F
En 1923, los científicos estadounidenses Burr y Evans descubrieron que cuando se priva a ratas de ácidos grasos poliinsaturados, aparecen muchos transtornos. Entonces nació la noción de ácidos grasos indispensables. Evans, que había trabajado sobre la Vitamina A, denomina estos ácidos grasos poliinsaturados Vitamina F porque son sustancias indispensables para el funcionamiento del organismo, pero el organismo animal no sabe fabricarlos.
1930 : Diferenciación entre omega 3 y omega 6
Un poco más tarde, Burr descubrió que en caso de carencia en linoleico, el aporte de alfalinolénico no restablece la situación, y viceversa. Entonces no hay una Vitamina F, sino dos familias de ácidos grasos esenciales: los omega 3 derivados del ácido alfalinolénico y los omega 6 derivados del ácido linoleico (todos estos ácidos grasos deben el prefijo “lin”, a la semilla de lino de la cual se extraen, Burr y Burr 1929; Burr y Burr 1930).
Desde entonces, el interés de los investigadores por estos ácidos grasos se ha acrecentado y los descubrimientos se han multiplicado. Para ilustrar este fenómeno se pueden contar más de 500 referencias bibliográficas desde 1930.
Los años 1980: la epidemiología
Las primeras observaciones que ponen en evidencia la relación entre los omega 3 y las enfermedades cardiovasculares fueron realizadas en los años 70. La ausencia de problemas cardiacos en la población esquimal orientó a un epidemiólogo danés sobre la pista de los omega 3 del pescado (Kromann y Green, 1980). Efectivamente, los esquimales de Groenlandia, que consumen muchísimos omega de cadena larga (EPA, DHA) a través del pescado, foca y grasa de ballena, no conocen el infarto; por el contrario, los que han emigrado a Copenhague tienen los mismos problemas que sus vecinos daneses (Bjerregaard and Dyeberg 1988).
Más tarde, la investigación de los “7 países” reveló la originalidad de la dieta cretense; incluye varias fuentes de omega 3 y parece estar relacionada con la esperanza de vida récord de la población de la isla. Otros datos sugieren además que la longevidad de los japoneses también se debe a su alto consumo de colza, soja y pescado (Hirai, Terano et al., 1989; Kagawa, Nishizawa et al., 1982).
1982: Premio Nobel: el papel de los eicosanoides
El padre de estos descubrimientos fué J. Sinclaire.
Burr y Evans habían demostrado los efectos de la carencia de aporte de ácidos grasos esenciales. Sin embargo, los suecos Bergstrom y Samuelssom y el británico Vane, ganaron el Premio Nobel 1982 por la explicación de la relación entre el déficit de aporte de ácidos grasos esenciales y los síntomas de dicho déficit. Estos científicos demostraron el papel central de los eicosanoides en el organismo; estas moléculas con efecto “hormonal”, mediadores celulares como las prostaglandinas, las prostaciclinas, los tromboxanos, los leucotrienos, que regulan la inmunidad, la agregación plaquetaria, la inflamación, etc.
Burr y Evans habían demostrado los efectos de la carencia de aporte de ácidos grasos esenciales. Sin embargo, los suecos Bergstrom y Samuelssom y el británico Vane, ganaron el Premio Nobel 1982 por la explicación de la relación entre el déficit de aporte de ácidos grasos esenciales y los síntomas de dicho déficit. Estos científicos demostraron el papel central de los eicosanoides en el organismo; estas moléculas con efecto “hormonal”, mediadores celulares como las prostaglandinas, las prostaciclinas, los tromboxanos, los leucotrienos, que regulan la inmunidad, la agregación plaquetaria, la inflamación, etc.
Todas estas moléculas tienen un punto en común: todas se fabrican a partir de dos precursores que son los ácidos grasos insaturados omega 3 y omega 6.
Los años 1990: la clínica
La epidemiología ha permitido elaborar “la hipótesis omega 3″. Los estudios clínicos de los años 90 corroboran definitivamente esta hipótesis. Estos estudios argumentan el aporte de omega 3 en poblaciones con riesgos cardiacos (Burr, Gilbert et al., 1989 (DART); Marchioli, Bomba et al., 1999 (GISSI); de Lorgeril, salen et al., 1994 et 1999 (Lyon)).
Los años 2000: la salud mental
El campo de aplicación de los omega 3 ya no se limita al tema cardiovascular. Después de estudiar animales, se han realizado estudios en poblaciones humanas y el uso de los perfiles de ácidos grasos de sangre en los pacientes muestra que una tasa elevada de omega 3 en estos tejidos está correlacionada con la reducción de la frecuencia de algunas enfermedades mentales como la depresión o neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer. Estas observaciones se confirman después mediante estudios clínicos que resaltan el papel central de los ácidos grasos poliinsaturados en el funcionamiento del cerebro.
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